El abrazo, es una de las necesidades primarias del hombre; aporta seguridad, bienestar y nos permite conectarnos con un "otro" por primera vez. Pero, no siempre es posible tener cerca a la persona que queremos. Muchas veces un viaje, la posibilidad de trabajar en otro sitio u otras circunstancias de la vida hacen que la distancia se vuelva tan fría como insoportable.
¿Es posible sentir un abrazo a miles de kilómetros? Se pregunta José María Gimeno Borrás, de la textil PPG Gimeno. Y a través de su fundación aportó capital para este desarrollo.
Se trata de una bufanda tejida en lana llamada "Skarv" que permitiría acariciar y ser acariciado a la distancia. Ha sido ideado por Daniela, junto a sus compañeras Mahsa Haddad y Afra Hackl y comisionada por la agencia creativa alemana Denkwerk.
La bufanda posee 12 micromotores vibradores y un pequeño procesador, y se activa mediante una aplicación móvil. Esto, en su conjunto, permite recibir y enviar estímulos táctiles entre una red de usuarios interconectados.
Aunque visualmente solo parece una bufanda, esta prenda podría entonces acercar a personas separadas físicamente, transmitiendo las sensaciones individuales a través de la aplicación, al usuario de la prenda.
Respecto a esto, los creadores señalan en su sitio web que: ”Desarrollamos un wearable que quieras llevar. Para cumplir con este requisito, no empezamos con la tecnología. Por el contrario, empezamos con un artículo de ropa habitual y nos preguntamos cómo podríamos agregar un elemento “social” o comunicativo. Elegimos una bufanda. Es un accesorio atractivo, porque además de su función, también tiene facetas emocionales e íntimas: ofrece la sensación de cobijo”.
Maria del Huerto
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