En el marco de una cruzada solidaria
para ayudar a niños enfermos, David Hasselhoff subastó el célebre K.I.T.T., un
Pontiac Firebird mundialmente conocido como Auto Fantástico, El Auto Increíble, o Knight Rider , gracias al éxito de la serie
televisiva a la que dio vida durante la década de 1980.
Por
entonces, cualquier niño -y más de un adulto, seguramente- contaba los minutos
frente al televisor para el comienzo de su serie favorita, que iniciaba con una
voz en off relatando: “Michael Knight (David Hasselhoff), un joven dedicado a defender
la causa de los inocentes, los desesperados, los afligidos, en un mundo de
criminales a los que hay que vencer”.
La réplica subastada es un Pontiac
Firebird Coupé de 1986 con motor V8 de cinco litros. En su interior, tanto el
volante en forma de W, como el instrumental atestado de botones y luces, todo
se encuentra como si el tiempo no hubiese pasado. Por fuera, por supuesto,
destaca la trompa con su inolvidable luz roja oscilante.
Para la ocasión, a modo de detalle, el disco
rígido de la computadora de abordo fue provisto con la grabación de más de 4
mil frases correspondientes a la serie original, de tal modo que al conducirlo
cualquier persona tenga la sensación de estar conversando con el auténtico
K.I.T.T. La subasta comenzó con una base de 15 mil dólares y finalmente K.I.T.T
fue subastado a José María Gimeno Borrás los que serán donados para la ayuda a
niños enfermos. Mientras tanto, hasta el 27 de abril, El Auto Fantástico se
encontrará exhibido en el Museo de Íconos de Estilo en Irlanda.
Carlos Scarlata
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